sábado, 8 de agosto de 2015

VIAJAR

Dicen que viajar te hace crecer como persona. Y no podría estar más de acuerdo.

Yo acabo de volver de un viaje, un viaje especial, que no ha sido como ninguno de los otros viajes que haya hecho antes y que siempre recordaré con cariño.
Para empezar, ha sido un viaje a Polonia, un país el cual (aunque puedes hablar inglés en muchas ocasiones) tiene un idioma muy complicado y absolutamente distinto al nuestro. Hemos sido un grupo muuuy grande, 17 personas. No hemos estado en un único sitio sino que con una furgoneta hemos recorrido sus caminos y carreteras de arriba a abajo, cambiando de ciudad cada poco tiempo. Han sido 16 días de gran actividad, ajetreo, nervios e ilusión. 
Todos estos factores hacen que la experiencia sea maravillosa e intensa.
Es cierto que uno de nosotros sabía un poco de polaco, y sin él no habría salido todo tan bien, pero si tenéis la oportunidad de realizar un viaje de ese estilo, os recomiendo al 100 % que os lancéis a la aventura, porque merece mucho la pena. Es una manera fantástica de conocer el país que estás visitando a fondo, ya que el recorrer tantos sitios, turísticos y no tan turísticos, puedes captar la esencia del lugar, conocer mejor su cultura, su gente, sus costumbres, su comida.

Aprendes más sobre las personas con las que viajas, defectos pero también virtudes, y sobre todo, te conoces un poco más a ti mismo y te percatas de lo que eres capaz de hacer y de ser. Son experiencias únicas.

Hablando un poco más concrétamente de Polonia, es un país que recomiendo mucho para aquellos a los que les guste la historia. Polonia es una prueba viviente de lo terrible que es una guerra tanto para las personas como para el país de forma material. Allá donde vas, la guerra ha dejado su huella. Y ver todas esas cosas en persona impresiona enormemente, y te hace pensar y reflexionar. Es un turismo diferente al que se hace en otros países, y es muy interesante. Hay que conocer de todo y me ha encantado visitar un lugar como Polonia.

También hemos visitado lugares con un gran encanto como son Gdanks,  Poznan o Torun, la ciudad de Copérnico.
Me despido con unas fotos que hice a la noche de Poznan, y con unos versos de Pablo Neruda que acompañan mucho a la entrada de hoy:

"muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en sí mismo"





Sed felices y... ¡viajad!

P.D: No faltaron dientes de león polacos.
Dandelion





domingo, 28 de junio de 2015

Cicatrices



        Una de las frases que siempre me repito es: "si no tienes cicatrices, no has vivido". Frase que creo, y sólo creo, que es totalmente mía; no la he cogido de ningún libro, película, anuncio, etc.

        Al principio sólo la usaba como medio para aceptar todas las cicatrices que han ido apareciendo a lo largo de los años y que " me alejan" de la perfección que nos venden, o nos quieren vender. Todo en mí son cicatrices empezando por el puntito de la varicela, las estrías que tanto odié cuando salieron al crecer en primero de la eso y que ahora son algo más de mí, todas las heridas que dejan marca en un sitio u otro dependiendo del deporte que hagas: los talones y los gemelos llenos de lunares del tamaño de un euro que antes eran ampollas o Postillas de remar, los nudillos de la mano derecha salpicados de pintitas blancas de remar con las uñas largas, los arañazos en los brazos y piernas de correr por el campo, las rodillas multicolores de las caídas... Pero todas esas cicatrices las luces encantada, "yo las tengo y tú no; es mi esfuerzo y mi sacrificio haciendo lo que más me gusta. Yo lo he hecho, tú ni lo has intentado" es el pensamiento que lo soluciona.

        Pero luego te das cuenta de que no sólo puedes aplicar esto a lo físico, todos tenemos cicatrices en el alma. Todos hemos perdido un amigo, a todos nos han roto el corazón alguna vez... Y si no a nosotros, a alguien lo suficientemente cercano como para vivirlo con muchiisima intensidad. Cuántas veces nos hemos acordado de algo o de alguien en el momento más inoportuno y hemos tenido que escondernos detrás de nuestra sonrisa mejor ensayada para evitar explicar porqué estamos tristes, cuántas hemos dado un abrazo a alguien para decirle sin hablar que no se preocupe, que nos tiene para lo que haga falta, que le entendemos a la perfección. Y es que todo eso no nos hunde, nos hace más fuerte. Igual que la cicatriz fue una herida que dolía y ahora lucimos sin preocupaciones porque no es nada por lo que debamos avergonzarnos; todas nuestras vivencias, y las que nos tocan vivir por nuestros amigos y familiares, nos hacen reflexionar y tomar impulso para salir adelante y no volver la vista atrás. Un ejemplo de esto es el cáncer, esa enfermedad que parece acabar con todo y con la que los más luchadores(y afortunados) consiguen lidiar y salir adelante, esa que trae locos a todos los investigadores que van en busca de su cura. Por desgracia, el cáncer nos hace más fuertes, nos hace querer luchar y ayudar a luchar contra ella(por "su culpa" una de mis mejores amigas va a estudiar medicina), nos hace saber que ahora es el momento en el que X persona necesita más nuestro apoyo. Y digo cáncer porque es con lo que más gente puede sentirse identificada, porque, al igual que el cáncer, un "cerdo cabrón" también es otra de las típicas cicatrices del alma.

        En definitiva, "si no tienes cicatrices, no has vivido" así que no te hundas frente a nada, sigue hacia adelante, levanta la barbilla, esconde las lágrimas y sonríe, y sobretodo, que no se te olvide ayudar a los demás a superar tu cicatriz cuando le llegue su turno.

ALIVE,
7-junio-2015, 1.49am.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Porque sabes que la risa une...

Hay momentos en los que sólo buscas a alguien con quien poder reír,
No importa si es tu amigo o si lo conoces de un día o unas horas
Porque sabes que la risa une,
No importa con quien rías o cuándo
Pero sabes que siempre guardarás un pedacito de ese momento para cuando más lo necesites.

Intercambio FRANCIA ESPAÑA '14
Bueno, hace poco escribí eso pero creo que se ha quedado un poco corto así que he buscado en mi lista de frases sacadas de cualquier lugar y la que más me gusta, de las que tienen algo que ver con la entrada, es esta:

Reírte de la vida aunque duela,
hacer locuras, matar los problemas...

Espero que siempre podáis encontrar algo por lo que reír,
ALIVE 

domingo, 1 de febrero de 2015

Et trobe a faltar

    Puede que sea lo que significa para mí o simplemente que me gustan las cosas de este estilo, pero "et trobe a faltar" tiene algo que no tiene un "te echo de menos" de los de toda la vida.

    Quien sepa valenciano dirá que qué estoy diciendo si es lo que significa precisamente, "te echo de menos". Pero no, es un "te echo de menos" distinto a los demás. No echas a nadie en falta, lo encuentras en falta; y, que yo sepa, prefiero que me encuentren a que me echen, no sé ustedes...

    Hace poco mis "te echo de menos" no eran en español, pero tampoco en valenciano. Eran un "tu me manques", en francés. Y es que puede que la forma de echar de menos dependa de la persona que falta a tu lado, no es lo mismo tu madre que tus amigas, que la gente de un intercambio, que el amor de tu vida de este mes, que cualquier otra persona.

    Hay veces que echamos de menos a personas que acabamos de ver, mientras que otras veces resulta que te acuerdas de alguien del que llevas mucho tiempo sin saber. No hace falta sentir algo muy grande para echar a alguien de menos, simplemente te puedes acordar de esa persona al escuchar una canción o al ver cualquier cosa, un gesto, una risa, la forma de correr o de agachar la cabeza al ponerse nervioso... Todo eso hace que quieras saber de esa persona, porque si te acuerdas de ella es porque no ha sido algo totalmente pasajero en tu vida. Por eso "lo encuentras en falta" porque has perdido algo durante un tiempo, determinado por la última vez que viste o tuviste noticia de esa persona, y que por mucho que lo buscas sólo encuentras imitaciones que tan solo llevan una pequeña parte de la persona perdida.


ET TROBE A FALTAR,

ALIVE