Cada vez que empiezo algo nuevo siento un cosquilleo que recorre todo el cuerpo y es que todos los principios tienen una historia, un sentimiento(nervios, alegría, enfado, ilusión...) Hay principios que gustan desde antes de que empiecen, como cuando te apuntas a algo que te gusta muuucho(bailar, tocar un instrumento, hacer deporte, clases de inglés u otro idioma, etc.) Otros empiezan mal y van mejorando, como cuando conoces a un profesor que de primeras parece un antipático pero que poco a poco se va ganando a sus alumnos. Y por último están los peores, los que no gustan y nos siguen sin gustar nunca, como el principio del fin de algo(una lesión que te impide practicar el deporte que siempre te ha gustado o peor aún la pérdida de amistad de los que eran tus "amigos").
Mañana, muchos de nosotros tenemos un nuevo principio: el comienzo de un nuevo curso. Hay quienes se cambian de colegio y empiezan de cero. Otros siguen como siempre: mismo colegio, mismos compañeros, profesores parecidos...
A mí este año me toca empezar de cero y la verdad es que es una mezcla de emociones: ilusión por una nueva etapa, miedo por ver qué encuentro, antes había nervios que ya han desaparecido, pena por dejar el que ha sido mi colegio más de la mitad de mi vida y a un montón de compañeros y profesores, confianza por saber que no pierdo nada y alegría porque sé que puedo acabar ganando otra experiencia diferente.
Bueno, mi conclusión es que si empezáis algo de 0 imaginéis lo mejor, estéis preparados para lo peor y sobre todo, que sepáis verle el lado bueno a las cosas.
ALIVE
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